VIALES DE LABORATORIO

Viales de laboratorio

En el mundo de la investigación científica, la precisión y la seguridad son tan importantes como la innovación. Cada herramienta, por pequeña que sea, juega un papel crucial en el éxito de un experimento. Entre estos instrumentos, los viales de laboratorio se destacan por su versatilidad y su importancia en la contención y preservación de muestras. Estos pequeños recipientes, a menudo cilíndricos, son esenciales para la cromatografía, el almacenamiento de muestras biológicas y la investigación farmacéutica.

A diferencia de otros contenedores más grandes, como matraces o vasos de precipitado, los viales de laboratorio están diseñados para la manipulación de volúmenes pequeños, lo que los hace indispensables en análisis donde la cantidad de muestra es limitada y el riesgo de contaminación debe ser nulo.

Tipos de viales según su aplicación

La elección de un vial de laboratorio no es una decisión simple, ya que su diseño y material dependen en gran medida del propósito para el que se utilizará.

• Viales para cromatografía: estos son, quizás, los más comunes en laboratorios de análisis. Se usan para inyectar muestras en cromatógrafos de gases (GC) o líquidos (HPLC). Su diseño es preciso, con cuellos estrechos y tapones de sellado que garantizan que no haya evaporación de la muestra ni contaminación. Se fabrican con vidrio de borosilicato o plástico, y el tapón con septo es la pieza clave para la inyección de la aguja.
• Viales para liofilización: la liofilización es un proceso de deshidratación por congelación. Los viales para este proceso están diseñados para resistir temperaturas extremadamente bajas y para un sellado hermético que evita la entrada de humedad. Se usan en la industria farmacéutica y biológica para almacenar medicamentos o muestras que requieren una larga vida útil.
• Viales para autosamplers: en la automatización de procesos, los viales para autosamplers son la clave. Vienen en tamaños y formas estandarizadas para que los robots los puedan manipular con facilidad y para que los inyectores de las máquinas los puedan penetrar de forma segura.

Elegir el tipo de vial correcto para tu aplicación es fundamental para garantizar la seguridad y la precisión de tus resultados. Si tu laboratorio requiere el manejo de grandes volúmenes de líquidos, es recomendable que revises los equipos de manejo de líquidos que existen.

Material de los viales de laboratorio

El material de los viales de laboratorio es una característica crítica, ya que afecta la interacción con la muestra y la resistencia del recipiente.

• Viales de vidrio de borosilicato: el vidrio de borosilicato es la opción preferida en la mayoría de las aplicaciones. Es inerte, lo que significa que no reacciona con la muestra, y es resistente a los cambios de temperatura. Los viales ámbar de este material son ideales para proteger las muestras de la luz, especialmente en la industria farmacéutica.
• Viales de plástico: los viales de plástico, hechos de polipropileno o polietileno de alta densidad (HDPE), son una alternativa al vidrio, sobre todo cuando se necesita resistencia a la rotura. Son ideales para almacenar muestras biológicas o soluciones que no reaccionan con el plástico. Sin embargo, no son adecuados para solventes orgánicos fuertes.

El sistema de cierre: un componente clave

El sistema de cierre de un vial de laboratorio es tan importante como el vial mismo. Un cierre defectuoso puede arruinar un experimento, ya sea por la evaporación de la muestra o por la contaminación.

• Cierre de rosca: es el más común y seguro. La tapa de rosca asegura un sello hermético que es ideal para el almacenamiento a largo plazo.
• Cierre a presión: también conocidos como "snap cap", estos cierres son más rápidos de usar, pero menos herméticos que los de rosca. Se utilizan a menudo en aplicaciones donde se requiere un acceso rápido a la muestra.
• Cierre con septo: esencial para la cromatografía. El septo, una pieza de caucho o silicona, permite que la aguja del inyector penetre sin dejar un orificio que pueda comprometer el sellado. 

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